miércoles, 28 de noviembre de 2007

Entrevista a Susan George (El Periódico de Catalunya)

MARTA LÓPEZ
BARCELONA
EDAD 72 AÑOS
LUGAR DE NACIMIENTO EEUU
LUGAR DE RESIDENCIA PARÍS
PROFESIÓN FILÓSOFA Y ANALISTA POLÍTICA
FORMACIÓN DOCTORA EN CIENCIAS POLÍTICAS
TRAYECTORIA PRESIDENTA DEL OBSERVATORIO DE LA MUNDIALIZACIÓN




Susan George, una de las caras más conocidas del movimiento altermundista y autora de El informe Lugano, explica en su nuevo libro, El pensamiento secuestrado (Icaria Antrazyt), cómo las ideas neocon se han adueñado de Estados Unidos.

—Secuestrar el pensamiento. ¿No es usted demasiado dura?
—En inglés, mi libro se titula La cultura encadenada, pero el título de la edición española me gusta. Estamos ante el secuestro de América, hablamos de cómo la derecha religiosa y la laica han secuestrado la forma de pensar de América.

—¿Cómo se ha llegado hasta aquí?
—Una élite de conservadores decidió de forma explícita a principios de los 70 que había que cambiar la forma de pensar de la sociedad. Esa élite quiso llegar a lo más alto para producir y extender ideas. La derecha lo entendió perfectamente y pagó por ello. Empezó entonces la larga marcha hacia las instituciones, hasta ahora, con los neocon instalados en el poder.

—¿Qué es un neocon?
—Un neocon es alguien con pensamiento económico, social y político. En economía defiende que el mercado es el único instrumento para asignar recursos, que lo privado es siempre mejor que lo público. En lo social, el pensamiento es extremadamente conservador y centrado en lo que yo llamo políticas del cuerpo: sexo, matrimonio, aborto. En política, el neocon es muy ideológico, partidario del intervencionismo de Estados Unidos fuera.

—¿Un neocon es también un fundamentalista religioso?
—No siempre. Muchos cristianos fundamentalistas son también neoconservadores, pero no todos. En las elecciones presidenciales, el 20% votó por Al Gore, o en cualquier caso lo hizo contra Bush. Aunque los cristianos evangelistas sí tienen una gran influencia.

—¿Es la ideología neocon un fenómeno solo americano?
—Se está globalizando, siempre con variantes nacionales. Nada es como un simple trasplante. Pero se está extendiendo a gran velocidad. Los neocon han construido una red mundial muy eficiente, a través de las mismas instituciones, las mismas fundaciones. Hay 400 fundaciones neocon por todo el mundo y el más famoso, el primer think tank neoliberal, está fuera de EEUU. Está en Londres: el Instituto Adam Smith.

—¿Cuál es la influencia de los neocon en Europa?
—Está creciendo y es fuerte. Peter Mandelson, nuevo laborista y amigo de Tony Blair, dijo en el 2002: "Todos somos thatcheristas".


—¿Sería Sarkozy un neocon al estilo europeo?
—No. Sarkozy es un pragmático. No es un ideólogo, para nada un fundamentalista como es Bush. Su programa es muy de derechas, pero no es la misma clase de dirigente que Bush.

—¿Estamos ante un fin de ciclo en EEUU?
—Así lo espero. Pero que nadie se lleve a engaño. Cuando Bush desaparezca no habrá un cambio radical. Se ha ido muy a lejos a la derecha y será muy difícil volver a como éramos hace años. La sociedad es en la actualidad mucho más conservadora.

—¿Dónde está la izquierda en EEUU?
—Existe, aunque muy fragmentada. Hay gente progresista que trabaja con inmigrantes, hay también un movimiento a favor del medio ambiente. Pero la izquierda estadounidense no está organizada.

—¿Es Hillary Clinton una progresista?
—No. Es muy moderada. Sería una candidata de centroderecha en cualquier país europeo.

—¿Cuál es el candidato más progresista entre los demócratas?
—John Edwards. No digo que sea progresista, pero es el mejor. Entiende a la clase trabajadora, viene de ella. Sabe lo que significa ser pobre. Edwards pertenece a la vieja tradición demócrata. También sería un buen candidato Al Gore, aunque no está por la labor.

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